Cuerpo:Es cierto que en el momento que comencé a pensar en todo lo que quería decirte vinieron a mi mente montones de cosas por las que quería pedirte perdón, como todas esas veces en las que me avergoncé de ti y te avasalle con palabras cuchillo, creyendo que hiriéndote me sentiría mejor o, peor aún, creyendo que eso, por fin, me llevaría a hacer algo para cambiarte… pedirte perdón ahora por esas cosas me resulta tan superficial como prometerte que voy a cambiar, porque lo que tú necesitas, y lo que viene desde lo más profundo de mí, no son promesas ni perdones, sino amor, mi amor.
Por eso, cuerpo, hoy te celebro. Celebro cada uno de los pasos grandes y pequeños que hemos dado, celebro con infinita alegría que estés aquí para llenarme de experiencias, para hacerme saber el sabor de una manzana, para poder sentir la lluvia en mi piel, celebro todo el placer del que he gozado, celebro la música que gracias a ti puedo escuchar, celebro todo lo que he sido capaz de leer, los colores que soy capaz de admirar.
Celebro, con muchas más alegría, tus imperfecciones porque me hacen única y especial, celebro tu belleza, que siempre está ahí, me ponga lo que me ponga, haga lo que haga. Celebro tu fuerza, tu elasticidad, la suavidad de tu piel.
Celebro la energía que nos invade al bailar, la alegría que somos capaces de transmitir, toda la vida que me das…
Gracias cuerpo por todas las sorpresas con las que llenas mis días. Y gracias, gracias infinitas por la otra vida que diste, por llevarla dentro de ti y alimentarla y cuidarla y haberla hecho sentir amada desde que fue concebida, gracias por abrirte y dejarla salir al mundo, gracias por haber creado su pequeño cuerpo que, como tú a mí, la llena de experiencias cada día.
No voy parar nunca de celebrarte, hoy sé que tú eres el gran amor de mi vida, quiero vivir siempre en armonía contigo, y enseñarle a mi pequeña hija a amar el cuerpo que posee, porque sólo el amor la llevará tan lejos como quiera llegar…
No hay comentarios:
Publicar un comentario